La mexicana Denisse Rojas se convirtió hoy en la primera inmigrante indocumentada en ser aceptada en una de las escuelas de Medicina más prestigiadas de Estados Unidos.

Fuente: El Universal

La mexicana Denisse Rojas se convirtió hoy en la primera inmigrante indocumentada en ser aceptada en una de las escuelas de Medicina más prestigiadas de Estados Unidos.

La Escuela de Medicina Icahn, del Hospital Monte Sinaí, en Nueva York, entregó a Rojas y a todos los estudiantes de nuevo ingreso sus batas blancas de inicio de curso.

La madre de la joven, originaria de la capital mexicana, y el padre, del sureño estado de Oaxaca, emigraron en 1990 a California sin saber inglés ni haber terminado la educación secundaria, con su hija entonces recién nacida.

Pese a que no podía calificar como estudiante indocumentada para obtener ayuda financiera para sus estudios universitarios, Rojas logró graduarse de la prestigiosa Universidad de Berkeley, en California.

Ese grado educativo fue costeado por Rojas mediante becas privadas, el apoyo de sus padres y un empleo de 30 horas a la semana como mesera.

“A los estudiantes sin documentos me gustaría decirles que hay que echarle ganas”, dijo Rojas.

Añadió que deben preguntar por las manera de obtener ayuda financiera de instituciones privadas. “Sin eso, y sin el apoyo de mi familia y de la comunidad en general, no estaría donde estoy ahora”, expresó.

En entrevista con Notimex, Rojas apuntó que su logro es fruto de ella misma, su familia y la comunidad que la respaldó.

Añadió que el hecho de que fuera aceptada en una de las escuelas de Medicina más exigentes de Estados Unidos manda también un mensaje a políticos de este país que son contrarios a la migración.

“Soy un ejemplo de lo que podemos hacer como comunidad si nos dan la oportunidad, de que pese a los retos que enfrentamos como migrantes podemos tener grandes logros si trabajamos unidos, sin creer en las etiquetas negativas que muchas veces nos quieren colocar”, manifestó.

Afirmó que estados como California y Nueva York otorgan licencias profesionales a médicos, sin importar su condición migratoria.

“Cuando me gradúe de la escuela pienso trabajar en las áreas que necesiten doctores que hablen español, para poder ayudar a esas personas y para devolver todo el apoyo que me dio mi comunidad”, aseguró Rojas.

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