Como abogado heredó un nombre y ha construido un legado. Es un policía que juega ajedrez con la delincuencia; y un poeta que exige más derechos para los fiscales. Se llama Renato Sales Heredia y es el coordinador nacional de la lucha contra el secuestro.

Fuente: Reforma

Como subprocurador en el DF, atrapaste a la Mataviejitas... Sí, hicimos la investigación para capturarla.

¿Y a Carlos Ahumada y a René Bejarano? También.

Pero no le pudiste echar el guante a la gubernatura de Campeche... Pues sí, ésa no la pudimos capturar. Jajaja.

Pero no está descartado... No. Digamos que es una investigación en curso.

Dado que eres un ajedrecista empedernido, ¿cómo se le da jaque mate al secuestro? Hay que cercar al rey adversario y atacarlo desde diferentes flancos. Darle jaque al crimen requiere de estrategia.

Y en términos del Estado, ¿cuáles serían las piezas en el tablero? Vincular al gobierno de la República con los gobiernos estatales y con la sociedad civil. Tienes que lograr que todas las piezas puedan ser simultáneamente operativas.

¿Cómo es eso? Que, cuando se requiera, un simple peón se pueda convertir en un alfil, un caballo o una reina en el momento en que corone. Para eso hay que empoderar a la sociedad civil.

¿De qué manera? Vinculándola directamente con tareas tan concretas como revisar las unidades especializadas contra el secuestro.

¿Reconoces que el Estado ha fracasado en brindar seguridad? Hay estrategias que no han sido suficientes. El Estado tiene que cambiar sus estrategias y lo que se ha reconocido en este gobierno es que se puede, y se debe, trabajar en forma diversa.

¿Cuál es tu principal enemigo como coordinador antisecuestros? ¿El desánimo o la falta de preparación? Lo que hace falta en algunas entidades federativas es voluntad de las autoridades locales para solucionar el problema.

La gente quisiera resultados inmediatos, casi mágicos... Y tienen toda la razón en quererlos porque llevan décadas esperando resultados.

Pero no se resuelve de la noche a la mañana, ¿cómo le explicas eso al ciudadano común? Tiene que ver que estás trabajando.

Has dicho que hay que devolverle derechos a los policías... Sí, devolvérselos como personas y como trabajadores. En México los fiscales, los peritos y los policías tienen menos derechos que otros empleados, cuando deberían tener más. La propia Constitución, artículo 123, apartado B, fracción XIII, los demerita laboralmente.

¿A qué derechos te refieres? Por ejemplo, el derecho a ser reinstalado en tu trabajo si ganas un juicio. Si tú demuestras que fuiste injustamente cesado y pides ser reinstalado en tu cargo porque es tu vocación, no puedes porque la Constitución te lo prohibe, ¡aunque seas inocente! Solamente te da derecho a la liquidación.

¿Esto a qué lleva? A que así no podemos construir una policía respetada, respetable, que sea un proyecto de vida para sus elementos.

Hace poco presumías que los secuestros han bajado en un 13 por ciento... No es presunción. Son las cifras que dio el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. Estos son los números públicos y si un indicador va para arriba, se le cree. Pero a veces, cuando va para abajo, no se le cree. Tenemos un índice a la baja: mil 394 secuestros denunciados en 2014, baja por primera vez desde el 2005. De enero a mayo de 2014 fueron 668 contra 447 de enero a mayo de 2015.

¿Cómo lo interpretas? Por supuesto que 447 son muchos, nadie puede echar las campanas al vuelo y cantar victoria. Tenemos que llevar este delito, como lo ha dicho el secretario de Gobernación, a su mínima expresión.

El problema no es si se le cree a las cifras oficiales, el problema es que se denuncia un secuestro cada ocho horas... Sí, claro, ése es el punto. Tenemos que trabajar mucho y lo estamos haciendo. Sabemos que es el delito que más agravia a la ciudadanía.

¿Por qué? Porque atenta contra todos los bienes jurídicos: la libertad, la integridad física y psíquica de una persona, su patrimonio, la integridad sexual. El secuestro atenta contra lo que nos hace personas, atenta contra la dignidad. Convierte a la persona en mercancía y se regatea por ella.

Dado que nunca se podrá erradicar del todo el secuestro, ¿tu trabajo no está destinado al fracaso? Al contrario: estamos viendo que si coordinamos esfuerzos, si dotamos de infraestructura y equipos a las unidades especializadas contra el secuestro, vamos a llevar este delito a su mínima expresión.

¿No te desesperas? Alguien me dijo que era muy escéptico porque no veía salida al problema. Yo le contesté con una frase del poeta polaco Stanislaw Jerzy Lec: "el escepticismo no exime de la acción". Aquí tienes que trabajar y dar todo.

¿Te sacaste el tigre de la rifa? Siempre y cuando me den el banquito del domador, no hay problema.

Al final del sexenio, ¿cómo te gustaría entregar el libro blanco? Con las cifras en su mínima expresión.

Dame un número. Con cifras similares a las que se manejan en países como Inglaterra o Estados Unidos, que tienen un secuestro al año

¿Qué es lo más importante, salvar al plagiado o capturar a los secuestradores? Las dos cosas son fundamentales, pero lo prioritario es la vida.

¿Ha habido algún caso que te quite el sueño? Hay algunos especialmente difíciles. Tenemos un caso en curso en relación con una banda muy peligrosa que está en San Miguel de Allende. Estamos investigando para capturarlos.

¿Qué riesgo corre un lector de ser secuestrado? Hay que tomar precauciones elementales para no ser víctima de un secuestro. Desde no subir a las redes sociales a dónde te vas de vacaciones y cuánto dinero vas a gastar, hasta saber quién trabaja contigo, en tu casa.

La mayoría lo desconoce... Eso no solamente tiene que ver con prevenir secuestro, sino con dignificar a la persona que tienes al lado. Muchas veces la gente no sabe cómo se llama la empleada que le ayuda en las labores domésticas. ¿Cómo se apellida?, ¿dónde vive?, ¿tiene novio? En serio, ¿le has preguntado dónde vive a la persona que tiene la llave de tu casa?

Facilitamos la labor de los criminales... Los delincuentes no son tontos. Tenemos que ser más inteligentes como sociedad.

Si no puedes, ¿renunciarás? Claro, yo sí le hago caso a Alejandro Martí.

Capturaste a personajes tan sangrientos como Beto Pelotas y Hugo Bocinas, los sicarios de Tepito. ¿Cómo describirías el rostro del mal? Es muy similar al rostro de cualquier otra persona. Los ves en la calle y no podrías asegurar que mate o que viole o que robe o que secuestre. Sólo en una ocasión vi una mirada que realmente me sorprendió.

¿De quién? En esa mirada estaban condensados el coraje, la frustración y maldad. Era la Mataviejitas. Cuando le pregunté por qué lo hacía, levantó la cara y me dijo: "por coraje". Su mirada fue terrible, muy impresionante.

Por andar tras los delitos, ¿te da tiempo para el deleite? Siempre nos tenemos que dar tiempo para las cuestiones más importantes en la vida que son nuestros hijos, la familia; tener tiempo para leer, para comer, para conversar.

Al leer tus poemas, da la impresión que hay dos Renatos y a que al demonio seductor lo ahorca la corbata... Todos somos paradójicos y en la paradoja está la riqueza de la condición humana.

¿Por qué la obsesión con la lluvia en tus textos? ¿A qué te remite? Me recuerda mi infancia: pasé buena parte en el trópico en Campeche, en Veracruz, en Villahermosa y ahí la lluvia es torrencial, absoluta.

También hay una presencia constante de Campeche, ¿es como una musa? Sí, sí, sí. Es fuente permanente de recuerdo, alimento espiritual.

¿Tienes mejor puntería con la Glock 9 milímetros o con la rima y la métrica? Yo creo que con la rima y con la métrica, jajaja.

Cinco datos:

1. Es hijo del ex procurador capitalino Renato Sales Gasque. Tiene 52 años.

2. Se le atribuye haber sido el cerebro de la modernización de la PGJDF en el gobierno de Cuauhtémoc Cárdenas.

3. Tiene un libro de ensayos, La vida desnuda de los enemigos, y dos de poesía, Ejecutorias y Para que partan los pájaros.

4. Además de subprocurador en el DF y en la PGR, fue procurador de Campeche, donde se le consideraba precandidato a la gubernatura.

5. Es abogado por la Universidad Iberoamericana y maestro en Filosofía por la UNAM. Impartió clases en el ITAM.

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