Le diré a mi hijo: 'Misión Cumplida'.

En el suplemento Club del Periódico Reforma, en entrevista Alejandro Martí, Presidente de Fundación México SOS dice: "Le diré a mi hijo: 'Misión Cumplida'."



Tras 10 años del secuestro y la muerte de Fernando, su padre, Alejandro Martí, relata el proceso de duelo, así como su lucha en el campo de seguridad pública. Después de sufrir la pérdida de su hijo e iniciar su cruzada personal en el área de seguridad, Alejandro Martí consiguió mejoras para la sociedad, como la instauración del nuevo sistema de justicia penal y la modificación de la Ley General de Víctimas; no obstante, lidiar en el campo político, le demostró lo largo que queda el camino para un cambio verdadero.

“Me he vuelto menos optimista con respecto al Gobierno y la burocracia”, dice el empresario, “soy 10 años más viejo y, posiblemente, más cansado”.

Pero, con más experiencia.

“Quizás por eso, a diferencia de hace una década, ya escojo las pelotas cuando están cerca de la portería, pero correr toda la cancha, ya no”, comenta. “Son tres años trabajando los temas de seguridad del sexenio del Presidente Calderón, seis con Peña Nieto y tres que estaré con López Obrador. A veces, me siento frustrado, pero quiero evitar que exista un Fernando más y que haya familias que sufren como la mía”.

- ¿Ha valido la pena?

"Haber dedicado una buena parte de mi vida y mis ahorros a esto, me da satisfacción. Si existe alguna vida en otro mundo, le diré a mi hijo: 'misión cumplida, mi cuate, eso es lo que hubieras querido'".

Alejandro Martí

'Si no pueden, renuncien'

4 de junio 2008. Un retén de supuestos agentes federales secuestra a Fernando Martí, de 14 años, cuyo cadáver es localizado 53 días después.

Pasan otras 20 jornadas, cuando el padre del fallecido pronuncia un discurso, en el cual se dirige a las autoridades: "si piensan que la vara es muy alta, si piensan que es imposible hacerlo, si no pueden, renuncien".

Luego, el 25 de noviembre de 2008, presenta el Sistema de Observación para la Seguridad Ciudadana (México SOS), con el objetivo de impulsar la transformación de los sistemas de justicia penal, seguridad pública y penitenciario.

- ¿Qué ha logrado en este tiempo?

"Hace una década había dos o tres organizaciones en el campo de la justicia y seguridad; hemos despertado a la sociedad, cada día hay más activismo", expresa Martí.

"Trabajamos fuerte en la Ley General para Prevenir y Sancionar los Delitos en Materia de Secuestro y fuimos los principales impulsores de la reforma constitucional en materia penal, entre muchas otras acciones".

- También promovieron la creación del número único de llamadas de emergencia en la República.

"El 911, el que propuse y que ganó contra el 066 y 064, es muy importante para el País. Pero hay un problema grave, pues 70 u 80 por ciento de las llamadas son bromas; hay un nivel enorme de impunidad y nos burlamos mucho del sistema de emergencia de México", cuenta.

Uno de los logros recientes fue el diseño, promoción y aprobación en el Congreso de la Ley de Geolocalización.

"Estoy convencido de que cuando murió Fernandito, si hubiéramos tenido los mecanismos que hoy tenemos, las unidades antisecuestro, de ninguna manera lo hubieran asesinado", opina Alejandro.

Construye puentes

A unos pasos de la sede de México SOS, hay un cruce peatonal que conecta, por encima del Anillo Periférico, con un edificio de la Comisión Nacional de Derechos Humanos; a su vez, enfrente está la sede del Poder Judicial de la Federación.

Y no sólo de esta manera simbólica la Fundación forja los lazos entre la ciudadanía y el Estado, pues ha creado un modelo, donde los líderes locales cooperan con las autoridades para solucionar problemáticas específicas en el ámbito municipal y regional, en materia de seguridad y justicia.

"Es como una especie de comité ejecutivo en las empresas, donde te reúnes cada 15 días y analizas qué acciones hay que tomar", platica, "las soluciones en el tema de inseguridad vienen de abajo para arriba, se llega a acuerdos y las cosas funcionan bien".

De acuerdo con Martí, lo contrario pasa en el Congreso de la Unión.

"Ahí es más difícil; cuando el PRI estuvo en el poder, entonces se oponía el PAN y el PRD, llegó el PAN y lo objetaba el PRI, y no avanzamos", recuerda.

- ¿Y qué expectativas tiene con el Gobierno actual?

"Ni te lo digo, las gráficas lo muestran: vamos para arriba en todos los delitos", responde, "espero que empecemos a controlarlos ya; al poder le insistimos en no hacer cambios totales, sino ajustes e ir mejorando".

- ¿Cuáles son los principales problemas?

"Los cambios. Cuando se va un gobernador o presidente municipal, con él renuncian todos; llegan los nuevos, y mientras entiendan qué está pasando, se descompone todo". 'No se puede reinventar un país cada seis años'

"El problema de México es: las prisas para hacer todo nuevo y los presupuestos para hacerlo bien. O no contamos con dinero, o tenemos una prisas brutales, porque estamos cambiando lo que se hizo el sexenio pasado", afirma Martí.

"Y a lo que construimos, como la Policía Federal, que es tremendamente buena, ¿no vale la pena darle el beneficio de la duda a algo que tiene historia, instalaciones, métodos y mecanismos? Se nos olvida lo que hacemos, ya no nos interesa o lo vemos como un error. Y yo creo que las grandes cosas se hacen con pequeños cambios, no con cambios radicales; no se puede inventar un país cada seis años".

- Nuevos mandatarios quieren implementar sus ideas.

"Está mal. En Estados Unidos no llega un presidente y deshace el FBI y la CIA; los puede criticar, pero las instituciones que ya están formadas se mantienen".

- ¿Qué sugiere usted?

"Fortalecer los organismos que existen. No hay un sistema nacional de custodia de armas, ni del mantenimiento de las policías municipales; cada tres años hay que sacar el presupuesto para comprarlas, porque están destrozadas; hasta sus escritorios parecen estar desvencijados".

"Tenemos casi 340 mil policías estatales, más de mil y tantos mandos diferentes y varias jerarquías, no hemos encontrado la forma de que en los 32 estados esta fuerza sea manejada bajo el mismo patrón de ética, formación y operatividad, así como un sistema de supervisión. Y lo que me preocupa es que estemos desatendiendo este tema por crear ahora la Guardia Nacional".

- ¿Se puede esperar hasta que se forme este organismo y solucione la cuestión?

"No, porque son cárteles de veras; si se abre esta caja de Pandora, después no hay forma de controlarla, pues los otros no obedecen, son incontrolables, narcotraficantes y degolladores. En donde puedes posponer tus acciones, quizás, son los servicios; luego llegas, los das y te aplauden, pero no en la delincuencia organizada, porque te agarra del cuello", comenta.

"Lo estamos viendo los huachicoleros, ¿cómo controlas esta plaga? Están aumentando las perforaciones; hoy vi que donde se murieron tantas decenas, ya volvieron a abrir el pozo. Y si éstos traen los garrafoncitos de 19 litros, qué decir de las mafias que sacan el petróleo con los buques por los mares?"

- ¿El Gobierno podrá solucionar los problemas de seguridad?

"El Presidente López Obrador es suficientemente fuerte y tiene el poder político para controlar a los gobernantes, las fuerzas armadas y policías, y puede ser una oportunidad.

Pero no puede dejar de tener mano firme, porque con el narcotráfico es como con las víboras de cascabel, no puedes consentirlas o darles un beso; acércate a darle uno a una víbora y te muerde".

- ¿Ha pensado en ser político?

"¡Jamás de los jamases! Por ahí, me pidieron la Gubernatura del Estado de México y la candidatura a la Presidencia por el lado de la Coalición, y lo rechacé en todos los casos, pues para eso se necesita vocación. Ahí me moriría al año; nada más con ver el ritmo del Presidente López Obrador digo: 'qué bueno que soy empresario; además, estoy muy viejo'".

'Tres años más'

"Después dejaré a una persona que tenga el espíritu para ocupar la presidencia de México SOS; la institución está muy bien estructurada y tiene a un director fuerte", relata.

Agrega que él mismo ya no necesita involucrarse en su operatividad. El día de la entrevista viene a la oficina directamente de Valle de Bravo, por lo que viste unos jeans y camisa. Su reloj deportivo y coloridos calcetines combinan con su carácter jovial. Sonríe y bromea, hasta tocar el tema que tuvo que llegar.

- Dicen que las heridas cicatrizan a través del tiempo.

"El dolor nunca se va, siempre se queda; lo que cambia es el sufrimiento. Nosotros sufrimos enormemente dos o tres años, luego, quizás, empezamos a dejar de llorar y, poco a poco, a manejar el dolor", cuenta.

"Ya no sufrimos diario, sí nos duele lo que sucedió, pero no he cambiado mi perspectiva de que todas las personas venimos a este mundo a cumplir con una causa. Una vez que, casualmente te suceden cosas, te va orientando en la vida y vas tomando causas, y la de nuestra familia es el activismo, es evitar que exista un Fernando más".

- En 2008, usted reclamó a la autoridad con mucho vigor.

"Y ahora, voy con más cabeza y tranquilidad, entendiendo que las cosas no pueden ir tan rápido como uno quiere; entonces, me desespero menos y empujo más", dice el egresado de Administración de Empresas por la UNAM y la Universidad La Salle, la cual, además, le otorgó el título Doctor Honoris Causa.

"Ven, te enseño algo; aquí está el recuerdo de estos 10 años, todo lo relacionado con el activismo".

En una pared hay decenas de fotografías, recortes de periódicos y reconocimientos que muestran los logros de la Fundación.

Alejandro tiene fotos con presidentes y altos mandatarios del área de seguridad, pero la imagen que señala es con una militante a favor de las víctimas de guerras, Phan Thi Kim Phúc, recordada por ser aquella niña vietnamita fotografiada en 1972 cuando huía después de haber resultado quemada con napalm.

Ambos comparten el dolor por la pérdida de sus seres amados; juntos participaron en una conferencia.

"¿Y mi foto?, tómenme una ahí, junto al retrato de mi hijo", solicita Martí.

Autor: Lukasz Sulej

Fotos: Humberto Pérez

Fuente: Reforma

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