Estrategia Nacional Antisecuestro: la apuesta de EPN para abatir este delito

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La Coordinación Nacional Antisecuestro y el Comité Especial de Seguimiento y Evaluación deben trascender a las personas que lo integran y convertirse en el corto plazo en una institución ejemplar, que genere confianza en la ciudadanía por los resultados obtenidos y por la atención dada a las víctimas del secuestro.



El día de ayer en el gobierno federal presentó la Estrategia Nacional Antisecuestro que había sido comprometida por el Presidente de la República en la última sesión del Consejo Nacional de Seguridad celebrada el mes pasado, con el fin de enfrentar la preocupante alza de este delito durante 2013 y poder sentar las bases de una política con efectos permanentes en el mediano y largo plazos.

A diferencia de otras estrategias impulsadas por los gobiernos de Ernesto Zedillo, Vicente Fox y Felipe Calderón, que no lograron abatir el secuestro, en esta ocasión comparto que la apuesta se dé por lograr una eficiente coordinación entre los tres niveles de gobierno y ejercer un seguimiento permanente a las investigaciones y a los procesos penales vinculados a este delito, que le permitan a las autoridades y a la ciudadanía evaluar el desempeño de las unidades antisecuestros y las procuradurías; identificar las regiones con mayor incidencia de secuestros, y conocer las nuevas formas de operación del crimen organizado para tener una respuesta institucional más efectiva y con resultados contundentes.

Con la creación de la Coordinación Nacional Antisecuestro tendremos una autoridad visible, que rinda cuentas a la ciudadanía y que sirva de interlocutora entre la ciudadanía y las autoridades responsables de prevenir y combatir este delito. Esto no significa un cheque en blanco para quien ocupe la coordinación, ni tampoco puede ser visto como un paliativo que busca minimizar el impacto político que tiene la inseguridad en los planes electorales de nuestros gobernantes.

Confío en la probidad y la trayectoria de Renato Sales, quien desde ayer encabeza la Coordinación Nacional Antisecuestro. Su experiencia en el ámbito público y en el conocimiento del sistema penal son dos herramientas que le permitirán articular de forma eficiente las políticas públicas en materia de secuestro, mejorar los procesos de inteligencia y sistematización de datos, así como utilizar de manera óptima los recursos y las herramientas tecnológicas indispensables en la identificación, captura y disolución de las bandas de secuestradores, como por ejemplo, la geolocalización de celulares usados asociados a un secuestro o una extorsión.

Como instancia de apoyo y vigilancia de esta Coordinación, también se crea el Comité Especial de Seguimiento y Evaluación, conformado por el Director del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN), el titular del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, el Comisionado Nacional de Seguridad, un representante de las entidades federativas designado por la Conferencia Nacional de Gobernadores (CONAGO), de la Secretaría de la Defensa Nacional, de la Secretaría de Marina, de la Procuraduría General de la República y cuatro representantes de la sociedad civil: Isabel Miranda de Wallace (Alto al Secuestro), María Elena Morera (Causa en Común), Josefina Nava (México Unido Contra la Delincuencia) y por mí (México SOS).

No obstante, tanto la Coordinación Nacional Antisecuestro como el Comité Especial de Seguimiento y Evaluación deben trascender a las personas que lo integran y convertirse en el corto plazo en una institución ejemplar, que genere confianza en la ciudadanía por los resultados obtenidos y por la atención dada a las víctimas del secuestro.

Si bien reconozco la relevancia de esta decisión que ha sido impulsada por la sociedad civil desde hace varios años, a través de organizaciones sociales como México SOS, no puedo dejar de pensar que es una decisión que tardó mucho tiempo en concretarse, mientras las víctimas del secuestro y la ciudadanía en su conjunto veían crecer exponencialmente este delito que hoy afecta a todos los grupos poblacionales, sin distinción y con prácticas cada vez más crueles.

El 2013 ha sido el año con más secuestros en la historia del país, el 2014 debe ser el año en que México revierta esta tendencia y empecemos a vislumbrar un futuro donde el secuestro no forme parte de nuestra vida cotidiana. Como Presidente de México SOS, consejero ciudadano del Consejo Nacional de Seguridad Pública, integrante del Comité Especial de Seguimiento y Evaluación y víctima indirecta del secuestro, apoyaré a la Coordinación Nacional Antisecuestro en todas las acciones que considere eficientes para erradicar el secuestro y construir un país mejor, pero también seré su sombra, haciéndole ver las omisiones o errores que se cometan en el camino.

Por: Alejandro Martí

Fecha de Publicación: 29 de enero del 2014

Fuente: Animal Político

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