Jóvenes: entre la delincuencia y la agresión

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  Jóvenes: entre la delincuencia y la agresión  
     



Sin duda, un joven que no encuentra las condiciones necesarias para desarrollarse en un ambiente que le es adverso, será presa fácil de los grupos delincuenciales, tanto como en el papel de víctima como de victimario. Lo que es más: cuando la violencia permea al ámbito juvenil puede quitarle su derecho más elemental, como lo es el de la vida. Crecer y desarrollarse en estos ambientes, como se verá más adelante, perjudica terriblemente no sólo el desarrollo de la sociedad, sino de todo un país.


La violencia criminal trastoca a los jóvenes

La seguridad ha sido una de las mayores preocupaciones de la sociedad mexicana, aún por encima de otros asuntos igual de importantes, como el bienestar social y económico (1). Desde la década de los 80 del siglo pasado ya se hablaba en los medios que la delincuencia urbana se había incrementado un 50% (2).

Lo que llama la atención es que, desde inicios de este siglo, se destaca que personas jóvenes, “sobre todo del sexo masculino”, son las principales víctimas y victimarios en esta escalada de violencia. En el Programa Nacional para la Prevención Social de la Violencia y la Delincuencia 2014-2018 de la Secretaría de Gobernación, basado en datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) , puntualiza una marcada tendencia en la mortalidad de jóvenes varones entre 19 y 25 años por homicidio, contra una mujer por cada diez hombres. En efecto, se observa que la prevalencia de la mortalidad de los varones es una constante en toda la etapa juvenil. Durante periodo de 2000 a 2010, la tasa de homicidio juvenil para el caso de los hombres fue de 10.8, mientras que para las mujeres fue de 1.4. [INEGI, 2009; 2010; 2011], sumándole otro dato: “una tercera parte de los delitos, 34.8% en 2011 y 33%, fueron cometidos por jóvenes menores de 25 años” de acuerdo con la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública de 2012 y 2013. Lo que pone el “dedo en la llaga”: los jóvenes, mayoritariamente del sexo masculino, son más proclives a ser víctimas de la violencia.

Hasta antes del año 2008, que es cuando surge una escalada de violencia debido a la llamada “Guerra contra las Drogas”, los jóvenes en México gozaban de una relativa paz y no formaban parte de las estadísticas de violencia que había permeado a toda América Latina. En efecto, de la tasa de homicidios que se estimaba en 8.4 por cada 100 mil habitantes en 2007, estas cifras se incrementaron a 23.8 por cada 100 mil habitantes en 2010. Un lustro más tarde, México es el país más letal para los jóvenes en 2015 con 95.6 muertes por cada 100 mil personas de entre 15 y 19 años de edad, de acuerdo con el Mapa da Violência 2015 que el sociólogo y educador Julio Jacobo Waiselfisz produce desde 1998. Más aún, en México son los más jóvenes quienes están cometiendo la mayoría de los delitos y, en consecuencia, quienes están poblando las prisiones. En la primera encuesta realizada en los Centros Federales de Readaptación Social 2012, coordinada por Elena Azaola y Catalina Pérez-Correa muestra que, del total de quienes están detenidos en prisiones federales, 25% tiene entre 21 y 30 años.

Desde la infancia hay focos amarillos

Este entorno de violencia, sumado al factor de la pobreza, limita a los jóvenes para tener acceso a educación de calidad y, por ende, a integrarse a actividades productivas. Y esto se advierte desde edades muy tempranas. Ya lo menciona un estudio del Banco Mundial, quien destaca las consecuencias para la sociedad mexicana: “Un niño o niña creciendo en la pobreza, sin acceso a una educación de calidad y con oportunidades limitadas para involucrarse en actividades productivas, puede verse fácilmente atrapado(a) en un círculo de violencia que continúe hasta su vida adulta. Los costos de la violencia pueden ser aquilatados no sólo en términos de vidas afectadas o pérdidas, sino también en términos de las grandes cargas psicológicas y financieras que representan para los tejidos sociales a través del mundo.”(3)

Más tarde, la Secretaría de Gobernación, en conjunto con el INEGI, trabajaron conjuntamente en el diseño de la Encuesta de Cohesión Social para la Prevención de la Violencia y la Delincuencia (ECOPRED) 2014, realizando preguntas a jefes de hogar y jóvenes de 12 a 19 años en 97754 viviendas de 47 ciudades, entre ellas 7 zonas metropolitanas, en las 32 entidades federativas. Recabando datos interesantes que permiten corroborar lo antes señalado y que condicionantes como la falta de empleo y/o la baja escolaridad marcaban a los jóvenes facilitar su vinculación en actividades delictivas. El hecho de estar en un hogar que les incomoda, donde hay violencia intrafamiliar, donde los jóvenes prefieren salir con sus amigos, de refugiarse en el alcoholismo y la drogadicción como salida a los sinsabores de la vida cotidiana, nos permite tener un panorama más claro de la situación.

Para muestra un botón: la ECOPRED arroja que en la mitad de los hogares de la muestra, con jóvenes de 12 a 29 años, se registran situaciones de conflicto o peleas entre miembros del hogar y que en el 42% de dichos hogares, sus integrantes se evaden mutuamente para no pelear. Fuera del hogar la situación no es mejor: de los jóvenes que van a la escuela (12 a 18 años), el 32.2% ha sido víctima de acoso escolar (bullying); 71.6% de los jóvenes de 12 a 29 años cuentan con amigos involucrados en al menos una actitud de riesgo durante 2014. Y hay más:

61.6% de los jóvenes de 12 a 29 años viven en hogares con padres divorciados, problemas económicos, etcétera.

42.8% ha fumado tabaco

40.% ha dejado de estudiar o trabajar

36.6% ha ingerido alcohol

27.3% ha sido expulsados de su escuela o despedidos de su trabajo

15.2% ha fumado mariguana o alguna sustancia ilegal o similar

11.9% ha golpeado a alguien para hacerse respetar o sólo porque les caía mal

9.0% ha ganado dinero en un grupo criminal

8.9% ha participado en actos de vandalismo

7.6% se han unido a pandillas violentas

6.8% ha sido arrestados

4.2% ha tenido armas

3.3% ha robado

3 % ha vendido drogas

Como se advierte, los jóvenes enfrentan un entorno hostil y con marcada tendencia a conductas antisociales, lo cual en muchas circunstancias, los orilla a asumir conductas delictivas.

Soluciones

Desde luego, no es tarea fácil encontrar soluciones ante una problemática de tal envergadura, pero como medida inicial se pueden retomar las recomendaciones del Consejo Económico y Social de la Oficina de las Naciones Unidas para la Droga y el Delito (ECOSOC), poniendo énfasis en intervenir de forma adecuada en cada localidad de la República Mexicana, a partir de la identificación de sus factores de riesgo, de las características sociodemográficas de la población y las formas de violencia y delincuencia en cada demarcación territorial (4).

Una de ellas puede ser la prevención de comportamientos antisociales en los jóvenes, con estrategias que “promuevan el bienestar de las personas y fomenten un comportamiento favorable para la sociedad mediante la aplicación de medidas sociales, económicas, de salud, haciendo particular hincapié en los niños y jóvenes, y centrando la atención en el riesgo y los factores de protección relacionados con la delincuencia y la victimización”. También reconoce que hay que identificar factores de riesgo como lo son: impulsividad, bajo rendimiento escolar, poca supervisión de los padres, padres antisociales, familias grandes, embarazo adolescente, abuso infantil, conflictos entre padres, familias separadas, pobreza y entornos de pandillas.

Al respecto, se ha insistido que la educación es indispensable para impulsar el desarrollo de cualquier país: Sin embargo, en México, durante 2014 la deserción escolar es de 65% entre los jóvenes de 15 y 29 años, según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) (5); en tanto que, durante el mismo periodo se indicó que 125 de los jóvenes asesinados no tenían la primaria, 32% no alcanzó la secundaria y los que cursaron estudios universitarios alcanzaron 4% de las víctimas (6). Esto nos permite inferir que la educación puede constituirse en un mecanismo valioso para la prevención contra la violencia y el delito.

Sin lugar a dudas, la educación y empleos bien remunerados pueden impedir que los jóvenes desvíen la mirada hacia ámbitos de actividad que les permitan encontrar en su entorno inmediato: empleo, dinero fácil y el ansiado ascenso económico. Condiciones que tiene a raudales la delincuencia organizada, llámese ésta narcotráfico, robo, secuestro, extorsión, etcétera, y que suelen seducir y satisfacer las expectativas de muchos jóvenes sin alternativas.

Tanto el Estado como la sociedad deben trabajar mancomunadamente en apoyo a los jóvenes: El primero como garante de una educación de calidad, que motive e incentive al joven a seguir el camino del desarrollo; la segunda, a través de los actores que mueven la economía y le inyectan capital. No es anunciando a los 4 vientos “inversiones gigantescas”, sino que éstas se traduzcan en la creación de empleos dignos y bien remunerados. La clave puede estar ahí.

Notas:

-Bellota, Luis Ángel, “La falta de oportunidades como factor coadyuvante para la integración de jóvenes en el crimen organizado, Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública, Documento de Trabajo núm. 196, junio de 2015.

-El Universal, 4 de octubre de 1988, p. 6, Provincia.

-La violencia juvenil en México, Reporte de la Situación, el marco legal y los programas gubernamentales. Documento preparado por el Equipo para la Prevención de la Violencia (Departamento de Desarrollo Social y el Equipo de Seguridad Ciudadana para Latinoamérica y el Caribe del Banco Mundial, junio del 2012).

-Enfoques en la Prevención del Delito. Población objetivo y ámbitos de Intervención, Instituto Belisario Domínguez, Senado de la República, Temas Estratégicos 24, 2015.

-Al margen de la educación, el 65% de los jóvenes mexicanos: OCDE, El Financiero, 8 de septiembre de 2014, http://www.elfinanciero.com.mx/sociedad/al-margen-de-la-educacion-el-65-de-los-jovenes-mexicanos-ocde.html

-Bellota, op. cit., p. 7, 2015





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